El 30 de octubre de 1983 los Argentinos llenaron las urnas de votos para restaurar la Democracia en el país, luego de seis años de la más cruel de las dictaduras militares que soportar la Nación en su historia.
Aquel 30 de octubre 13.530.174 argentinos eligieron quienes querían que guiaran los destinos del país, la provincia y la ciudad en su vuelta a la Democracia.
La fórmula de la Unión Cívica Radical integrada por los Dres. Raúl Alfonsín y Víctor Martínez se impuso sobre la del Partido Justicialista, que encabezaban Italo Luder y Deolindo Bittel.
El 10 de diciembre de 1983 el presidente de facto, Reynaldo Bignone entregó el poder al presidente democrático, mientras en la Plaza de Mayo una multitud festejaba el inicio de una nueva etapa en el país.
Por la noche se llevaron adelante dos bailes populares: uno en Palermo y otro en La Boca, donde se reunieron más de 22000 personas. En el último mencionado, a las 23:30 se hizo presente de manera inesperada el flamante Presidente, quien invitó a los presentes a trabajar “juntos para la democracia”.
Sin duda el primer objetivo del Dr. Alfonsín era consolidar el sistema de gobierno y entregar la banda presidencial y el bastón de mando a un nuevo presidente elegido por el pueblo.
Otro de los reclamos del pueblo era el juicio y castigo para los responsables del Proceso de Reorganización Nacional, que habían dirigido los destinos del país durante siete años y medio.
A menos de 72 horas de haber asumido el cargo, el Dr. Alfonsín firmó el decreto que ordenaba la investigación y juzgamientos a los responsables de haber sembrado el terror en el país.
El 15 de diciembre de 1983 fue creada la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, CoNaDeP, con el objetivo de investigar las graves, reiteradas y planificadas violaciones a los derechos humanos durante el Terrorismo de Estado de entre 1976 y 1983, llevadas a cabo por la dictadura militar Su investigación, plasmada en el libro Nunca Más que fuera entregado a Alfonsín el 20 de septiembre de 1984, abrió las puertas para el juicio a las Juntas de la dictadura militar.
El 9 de diciembre se dictó la sentencia condenando a Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini y Orlando Ramón Agosti. Por las características que tuvo, la condena a las juntas militares realizada por un gobierno democrático, este fallo constituyó un hecho sin precedentes en mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal y Sudáfrica. Por primera vez militares que planearon y realizaron un golpe de estado contra un gobierno constitucional fueron enjuiciados y condenados por un tribunal civil.
Si bien el mandato del Dr. Alfonsín se redujo en 6 meses, logró sus dos máximos objetivos: Afianzar la Democracia y juzgar a los responsables del terrorismo de estado.
Hoy, 28 años después del triunfo del Dr. Raúl Alfonsín, la democracia argentina tiene muchas cosas para mejorar, muchas deudas por saldar, pero ya nadie duda que las falencias de nuestra democracia se curan con más democracia.
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