Desde GENERACION R queremos expresar nuestro apoyo a toda la gente de Famatina y sus alrededores por esta lucha que llevan adelante, no solo contra un proyecto minero que los perjudica, sino contra la explotación a cielo abierto de la minería y contra el saqueo de nuestros recursos naturales en manos extranjeras.
Ya se cumplió más de un mes de corte pacifico en la Ciudad de Famatina, pero la lucha lleva más de 7 años cuando la firma Barrick Gold, también de Canadá, quiso comenzar la explotación de esta cadena montañosa. Hoy el nombre de la empresa cambió, es la Osisko Mining Company, pero sus consecuencias no cambiaron.
La dirigencia política, tanto provincial como nacional, es cómplice en esta cuestión. El Gobernador Kirchnerista de La Rioja ha tenido una actitud totalmente reprochable, realizando en las últimas elecciones generales del 2011 campaña en contra de la megaminería, poniéndose al hombro esta lucha, pero a los días de haber asumido su discurso fue todo lo contrario, y es el principal promotor de la Osisko; por otro lado el Gobierno Nacional no dice nada al respecto, pero cuando tuvo la posibilidad de poner un freno a todas las actividades contaminantes que tienen lugar en el ambiente glaciar y periglaciar con la Ley de Glaciares, la Presidente Cristina Kirchner vetó esa Ley, dándole la espalda al Congreso de la Nación que la había aprobado.
La dirigencia política, tanto provincial como nacional, es cómplice en esta cuestión. El Gobernador Kirchnerista de La Rioja ha tenido una actitud totalmente reprochable, realizando en las últimas elecciones generales del 2011 campaña en contra de la megaminería, poniéndose al hombro esta lucha, pero a los días de haber asumido su discurso fue todo lo contrario, y es el principal promotor de la Osisko; por otro lado el Gobierno Nacional no dice nada al respecto, pero cuando tuvo la posibilidad de poner un freno a todas las actividades contaminantes que tienen lugar en el ambiente glaciar y periglaciar con la Ley de Glaciares, la Presidente Cristina Kirchner vetó esa Ley, dándole la espalda al Congreso de la Nación que la había aprobado.
En la megaminería a cielo abierto, para obtener los minerales, se realizan voladuras de montañas con explosivos que largan al aire toneladas de desechos tóxicos. Luego se utiliza cianuro para separar oro de roca, necesitando miles de litros de agua por día que, tras ser contaminada con tóxicos y metales pesados, se deposita en piletones que terminan mezclándose con ríos, arroyos y acuíferos. Las consecuencias se traducen en contaminación del aire y del agua, pérdida de los ecosistemas, y riesgos para la población, con posibilidad de contraer enfermedades respiratorias, malformaciones, lesiones auditivas o cáncer.
Ese material particulado o polvillo se deposita en los suelos y en los cursos de agua. No existen ambientes que puedan escapar a la acción contaminante de la minería a cielo abierto. Además de las personas, el veneno minero también perjudica la fauna, la flora y a las actividades productivas como la agricultura y la ganadería. El daño alcanza a las cadenas tróficas o alimentarias, con lo cual aumentan los riesgos para la salud
“Es una consecuencia de la actividad extractiva que los mineros no pueden ni podrán nunca controlar o manejar. Los vientos o corrientes aéreas arrastran ese polvillo a grandes distancias, depositándolo sobre extensas regiones, incluyendo ciudades y pueblos”.
Hay que recalcar que la contaminación o veneno minero no es de carácter biológico, es decir no proviene de microorganismos, bacterias, virus, etc. Es de índole química por un lado y por otro radioactiva, lo que crea una situación de máxima amenaza para la salud pública.
Por otra parte, escuchamos que uno de los fundamentos principales de los defensores de esta política, son los beneficios económicos que traen para las regiones, pero esta a las claras que es solo un engaño publicitario ya que la realidad demuestra que los pobladores por lo general son los menos beneficiados, viendo deteriorarse su entorno natural y continuando aún empobrecidos; por ejemplo en Andalgalá, provincia de Catamarca donde se encuentra la explotación minera “La Alumbrera”, la prostitución aumentó el 300 % desde que existe la explotación, y sus ciudadanos siguen aun más empobrecidos.
El pueblo de Famatina resiste, sabe que su lucha es la de todos los Argentinos que queremos vivir en un ambiente sano, con un futuro prospero; lamentablemente ve, como el gobierno nacional a través de su medios oficiales calla este justo reclamo, ve por ejemplo lo ocurrido en Cosquin, cuando el pueblo junto al artista Rally Barrionuevo daba un apoyo al reclamo, mientras el canal estatal lo silenciaba censurando ese momento.
Que las voces del pueblo se hagan oír, El Famatina No Se Toca.
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