Por Jorge Alvarez
Concejal UCR San Isidro - Presidente del IADEPP, entidad que trabaja con GENERACION R
El Kirchnerismo es una construcción de marketing político basado en nuevas técnicas de comunicación para el viejo método de suplir con propaganda la falta de contenido político, mediante la manipulación de la opinión pública con el objetivo de esconder la verdadera finalidad de apetecer el poder por el poder mismo.
Ni peronistas, ni de centro izquierda, ni setentistas. Ambiciosos de poder sin sensibilidad humana, dispuestos a utilizar sin empacho el dolor de Madres y Abuelas, apropiándose de una historia de la cual solo fueron espectadores a miles de kilómetros.
El Kirchnerismo es un proyecto político carente de una verdadera ideología, su punto de partida es el cogito “No se que soy, pero se lo que no soy” basado en la confrontación con la demonizada década de los noventa.
Como un quiebre histórico
Así el “relato” busca mostrarse como una ruptura de quiebre histórico, pero luego de ocho años de Gobierno podemos afirmar que estamos ante un proceso gatopardista basado en la misma estructura demográfica, institucional y cultural con la cual se llevo adelante el “modelo” de la convertibilidad.
La década del noventa fue en el mundo occidental la época dorada de las ideas conservadoras en lo ideológico, neoliberales en lo económico y modernizante en lo tecnológico y en nuestro país, con la moneda sobrevaluada y el dólar barato, la era de un proyecto de poder inescrupuloso apoyado en la CGT como herramienta de control social, en el futbol y en las figuras televisivas a cargo del entretenimiento, con los medios de comunicación del estado utilizados para ridiculizar y acallar a las voces opositoras al poder político.
La corrupción y la destrucción de los derechos sociales solo pudieron llevarse a cabo por la colaboración de las organizaciones de trabajadores en defensa del “modelo”, tal la frase gubernamental de entonces, cuyos dirigentes (en su gran mayoría salvo los casos afectados por la venta de medicamentos) siguen conduciendo la totalidad de los gremios integrantes de la CGT. Alianza que incluye a los Intendentes del conurbano bonaerense.
El futbol pasó de ser un deporte popular a una gran industria del entretenimiento, con la llegada de políticos y sindicalistas a la administración a la par de la consolidación del poder de Julio Grondona en la FIFA. Dicha industria no podría haberse desarrollado sin la televisación masiva (que incluía el marketing del aguante y los cantitos de las hinchadas) cuyo principal protagonista sin dudas fue Marcelo Araujo, ahora devenido en héroe en futbol para todos.
Es el tiempo en el que irrumpe Mauricio Macri en la presidencia de Boca Junior, en alianza con el dirigente radical Enrique Nosiglia, comenzando así su carrera política debido al enorme influjo que la conducción de este club otorga en el electorado nacional,
A la par que se privatizaban las radios y señales televisivas, los medios de comunicación estatales no permitían programas u opiniones de voces alternativas al gobierno nacional, instalando la sensación de un gobierno invencible, salvo algunos medios privados, no solo el grupo clarín, permitían el desenvolvimiento de algunas figuras opositoras.
Chacho Álvarez, y el Frepaso le deben a estos medios la posibilidad su existencia que les permitió canalizar el descontento generado por la política cartelizada (una forma de denominar la sensación social que acompaño al Pacto de Olivos) construida por los principales operadores del PJ y la UCR.
Los noventa no pueden desligarse de la irrupción de Marcelo Tinelli como el gran referente social del entretenimiento, propagador del virus de la picardía como valor cultural, y la expansión de la industria de la cumbia donde gángsters de la noche construyen productos comercialescomo supuesta expresión sentida de los sectores populares.
Sin cambios
La alianza social “modelo” y CGT, los Intendentes del conurbano, Marcelo Araujo y Julio Grondona, el uso de los medios estatales para agraviar a las voces opositoras, Tinelli y la industria de la cumbia muestran que la matriz social cultural no ha cambiado pese a la manipulación del relato oficial
En todos estos años de gobiernos K, y a pesar de la bonanza económica, la estructura demográfica del país se ha consolidado en torno a la metrópolis y la concentración de oportunidades creció a pasos agigantados, al punto de que casi cuatro de cada diez habitantes de nuestro país viven en el 1% del territorio en desmedro del país federal.
El país va a demandar en poco tiempo un proyecto político que fortalezca el crecimiento del país sin abandonar una agenda para el siglo que vivimos con sustentabilidad ambiental y demográfica, donde no se mienta al electorado o se premie al que salta las normas o se valore al más fuerte y no al más capaz.
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